Gastronomía Almeriense (III) El curioso caso del tiramisú que no era tiramisú

ATENCIÓN: Este post es uno de los que preparé mientras estaba de vacaciones en Almería, esos días se me acumularon las fotos y las cosas que contar, así que aunque ya no estoy de vacaciones los voy a ir publicando

Hoy le toca el turno a la comida italiana que te encuentras por los pueblos costeros de Almería, concretamente en el de San Jose en cabo de gata.

Se que los restaurantes italianos aparecen en cualquier lugar con costa de manera espontanea, de una manera casi sobrenatural. Y que no tiene demasiado que ver con ninguna receta típica de almeria, pero bueno como es un restaurante recomendable vamos a obviar ese detalle.

El restaurante del que os hablo es concretamente el brigantino, donde podréis degustar unas deliciosas pizzas al horno de leña. Y ademas si os da curiosidad, gracias a unas cristaleras, podéis ver como el cocinero prepara tu pizza y la mete al horno con su típica pala para pizza.

Comimos y cenamos en ese mismo restaurante (para que os hagáis una idea de lo rica que estaba la comida) al mediodía probamos el menú del día, compuesto por un entrante, un plato principal y un postre. Y por la noche como nos habíamos quedado con ganas de probar la pizza volvimos para ese cometido.

El único problema fue el postre (en las dos ocasiones y con postres diferentes), pues después de la pizza nos aventuramos a pedir un tiramisu, y fue más que decepcionante. En vez de mascarpone llevaba simple nata montada, el bizcocho era de soletilla, ni pizca de café... Así que lo dejamos tras darle un par de cucharadas.

La cosa hubiese terminado ahí si el camarero no hubiese preguntado con rintintin si no nos había gustado. A lo que la respuesta fue:
- no esta malo, pero no es tiramisú
Su indignación fue máxima, (poned acento italiano)
- como que no es tiramisú?
- pues a ver, no lleva mascarpone
- como que no? Si que lleva!! Yo no miento en mi trabajo!!
Mi ceja en ese punto no se hasta donde llegaba.
- si? Y en que cantidad?
Su cara fue un poema, pues por supuesto no tenia ni idea y su respuesta una absurdez
- mira, yo soy italiano!
- y yo pastelero, y eso no es un tiramisú te pongas como te pongas.

La discusión siguió y para el fue la perra gorda, y nunca mejor dicho, por que mientras nos discutía sostenía en la mano el dinero de la cuenta...

La pena? Que por un camarero imbécil que no acepta una critica ( que digo yo, para que preguntas si no quieres que te sea sincero?) no tenga ganas de volver a un sitio donde obviando el postre la comida está deliciosa.
Vosotros volveríais? (Venga vaaa responded que nunca dejáis comentarios)

PD: Disculpad la calidad de las fotos, pero como ya comenté en el post anterior en estas vacaciones no tengo cámara, así que hay que conformarme con las de el movil